
Es claro que por su ubicación geoestrategica en el Caribe occidental, San Andrés es un punto de escala técnica de muchas aeronaves que surcan el Caribe.
De hecho, con el reciente fallecimiento del Rey Pelé, este rotativo publicó una foto de O Rei en una escala desde Costa Rica hacia Río de Janeiro, que en 1974 hizo la leyenda del fútbol en nuestra isla.
Este fin de semana un avión Viking DHC-6-400 Twin Otter, llegó desde Georgetown, Islas Caimán a San Andrés, aterrizando y despegando del Gustavo Rojas Pinilla, el pasado sábado en la mañana para repostar combustible.
Lo llamativo de la aeronave además de su color rojo encendido fue el uso de flotadores para acuatizaje, ya que esos aviones los utilizan para turismo, para viajar a islas que no tienen pista.
Pero más allá de esa circunstancia, hay un hecho que invita a la reflexión en la actual coyuntura de reducción de vuelos de las diferentes aerolíneas con destinos desde y hacia San Andrés para atraer más aviones que lleguen a traer viajeros a la isla y abastecer combustible sin IVA, teniendo en cuenta que se trata de naves hasta con capacidad para cargar 40 mil libras de gasolina.
En San Andrés aunque hay un monopolio exclusivo que ejerce Chevron desde hace más de 47 años a través de una planta de abastecimiento de combustible para aviones tipo Jet A1 para turbinas tipo propulsión y Av Gas 100/130 para aviones de motores de pistón, la misma debe estar cobijada por una exención tributaria del IVA, por disposición del artículo 22 de la ley 47 de 1993 para bienes y servicios comercializados con destino a o en el Archipiélago de San Andrés y Providencia.
Las diferentes autoridades en el análisis de solución a la problemática que se ha originado por la falta de conectividad, deben empezar a evaluar la posibilidad de atraer más aeronaves y aerolíneas a través de esta ventaja competitiva que tienen las islas, máxime en estos tiempos donde los altos costos del petróleo han afectado la operaciones de muchas aerolíneas que se han visto estranguladas financieramente y han estado devolviendo las aeronaves que mediante leasing tenían en operación.
El momento en el que más se vio afectado el costo de este combustible en el aeropuerto de San Andrés fue en 2010 cuando Chevron y Casyp, la multinacional chilena que operaba los terminales del Archipiélago, se pusieron de acuerdo para subir los costos por acceso a la pista de los carro tanques de combustible, presionando a las aerolíneas a pagar lo que ambas fijaron, al pasar de 500 pesos el galón a 1.200 pesos en un promedio de cuatro meses, incrementando por esta vía en un 2000 por ciento el costo de la tarifa, lo cual terminó en una investigación de la Superintendencia de Industria y Comercio por acordar precios.
Lo cierto es que ya esas circunstancias hoy no existen, el aeropuerto no lo opera un privado sino la Aeronáutica Civil, que representa al Estado y por esa vía se puede ayudar a la isla estimulando el arribo de más aeronaves que pueden aprovechar ese plus en San Andrés y por esta vía garantizar la conectividad aérea que en este momento se está perdiendo y amenaza afectar la principal actividad economica del Archipiélago.


