En un año como el 2021 que gracias al trabajo de los gremios hoteleros y el Gobierno se logró no solo la recuperación turística de la isla tras los huracanes ETA y Iota y la Pandemia, el emblemático comercio del Puerto Libre no sólo no despegó sino que la reactivación no ha podido darse por la falta de liderazgo que ha existido en los gremios que dirigen ese sector, especialmente la Cámara de Comercio, más ocupada en los negocios internos de los miembros de su junta directiva que en el resurgir de la actividad. Es por ello, que más allá de las cifras de renovación de matrícula mercantil o inscripción de nuevos comercios, lo que en la práctica se ve es una desolación en la zona comercial de San Andrés, con tal cantidad de locales comerciales vacíos que hablan del impacto que ha sufrido este renglón. Hace menos de tres años era imposible conseguir un local comercial vacío y los propietarios o Inmobiliarias imponían sus exorbitantes condiciones de cobrar astronómicas cifras por rentar un local, lo cual excluía a pequeños o medianos empresarios o comerciantes con deseos de un emprendimiento económico, y donde solo los negocios especulativos podían darse el lujo de tener un local en esa exclusiva zona comercial. Ahora sobran y hasta a precio de huevo, como evidencia de los negocios cerrados y nunca recuperados, entre los cuales sucumbieron muchos de marcas tradicionales y legendarias.
