La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina “Coralina”, en marco de su XX aniversario, conjuntamente con la Vicepresidencia de la República, la Armada Nacional de Colombia y la Comisión Colombiana del Océano -CCO, lideraron la Expedición Seaflower 2015, que buscó contribuir con el avance de la investigación científica de los ecosistemas y recursos de la biodiversidad de la Reserva de Biosfera Seaflower, la cual concentro sus esfuerzos en la plataforma coralina sumergida y la terraza emergida de la isla cayo Roncador.
Las investigaciones interinstitucionales desarrolladas entre septiembre y octubre de 2015 se concentraron en conocer el estado actual de los ecosistemas y especies presentes en el área de estudio y se desarrollaron en dos fases.
La primera incluyó una solicitud de la Armada Nacional de Colombia sobre la evaluación del estado de la flora del cayo, en especial por qué la vegetación juega un papel importante en las dinámicas presentes entre la vegetación, los animales y los componentes abióticos que lo componen. Esta investigación fue liderada por CORALINA con el apoyo de los Infantes de Marina de la Armada Nacional de Colombia y Guardacostas quienes lograron realizar una evaluación total de la cobertura vegetal, así como del estado fitosanitario y obtención de muestras para análisis especializados de plagas, lo que permitirá emitir recomendaciones y medidas de contingencia para futuros procesos de revegetalización con especies apropiadas, como estrategias frente al cambio climático y la erosión costera que parece afectar la zona, además de minimizar los impactos negativos ante una posible introducción de especies.
Adicionalmente se estudió la presencia y distribución de mamíferos marinos, reptiles y aves por parte de los equipos de investigación de la Fundación OMACHA, la Fundación Calidris, la Pontificia Universidad Javeriana de Cali y Coralina con el apoyo logístico de los Infantes de Marina y Guardacostas.
La segunda fase de la expedición se concentró en la parte submarina y utilizando equipos de buceo autónomo abarcaron varios campos de acción que incluyeron los liderados por la Universidad Nacional de Colombia y Coralina en relación con los censos de peces arrecifales, tanto los de interés comercial como los de interés eclógico y se aplicaron dos metodologías para conocer su abundancia y riqueza íctica, encontrando que las mayores riquezas se encuentran en las zonas más someras (entre 4 y 15 m) mientras que para la mayoría de las especies de interés comercial predominaron bajas tallas y poca abundancia, lo que podría estar reflejando impactos por pesca. Del mismo modo y considerando los impactos negativos de las especies invasoras, se realizó caza de control del pez león (Pterois volitans) en todas las estaciones donde fue detectado.
De igual manera la Universidad de los Andes en el marco de un Convenio suscrito con Coralina utilizaron foto-cuadrantes y concentraron sus esfuerzos en el monitoreo de las coberturas coralinas, macro-algas, esponjas, enfermedades coralinas y sustrato biótico y abiótico, con el objetivo de caracterizar la composición y variación de la fauna asociada al fondo marino de acuerdo al gradiente de profundidad, lo cual permitirá estimar las coberturas actuales y podría servir para hacer comparaciones con datos obtenidos previamente con la misma metodología en la misma área (ejemplo: expedición 2003).
Por su parte la Universidad de Antioquia con el apoyo de Coralina, utilizando técnicas de buceo a pulmón libre, evaluaron la diversidad ecológica y funcional de macro-algas, poliquetos, decápodos y larvas de bivalvos en litorales con fondo rocoso y fondo blando, con el objetivo de comparar ecológicamente las comunidades de fauna y flora asociadas a estos sistemas, los que están propensos a tener mayor susceptibilidad al cambio climático. Adicional a lo anterior se realizaron muestreos de zooplancton. Estos estudios permitirán realizar un inventario, describir la estructura de las comunidades y a futuro reconstruir filogenias con base a datos moleculares de dichos grupos taxonómicos.
De manera paralela, durante las dos fases de la expedición se dio continuidad a los monitoreos e investigaciones sobre las especies clave en especial la avifauna, los Whelk (Cittarium pica) y las tortugas marinas, para lo cual se contó con el apoyo de todas las instituciones y se logró por ejemplo la instalación de cámaras trampa, fotografías y marcaje de la avifauna presente en esta área, en especial de los piqueros cafés (Sula leucogaster), y gran cantidad de especies migratorias las cuales forman parte de la biodiversidad del Departamento Archipiélago y realzan la importancia de la RB Seaflower como sitio de paso y reabastecimiento.
Del mismo modo se realizaron monitoreos, marcaje y avistamiento de tortugas marinas, encontrando gran actividad tanto de anidamientos como de nacimientos, por parte de Tortugas Carey o Hawksbill Turtle (Eretmochelys imbricata) y Caguama o Loggerhead Turtle (Caretta caretta), ambas categorizadas a nivel mundial como En Peligro Crítico A2bd y En Peligro A1abd respectivamente, según los listados rojos de especies amenazadas de la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza -IUCN (por sus siglas en ingles). Estos hallazgos resaltan la importancia de Roncador para la conservación de las tortugas marinas en la Reserva de Biosfera Seaflower y por su carácter migratorio también para todo el Gran Caribe.
Con lo anterior concluyó con éxito la fase de campo de la expedición Seaflower 2015 y se dio inicio a los análisis de los datos, los que permitirán analizar el panorama actual y obtener nueva información científica (publicaciones grises y científicas) en pro de la conservación de la Reserva de Biosfera Seaflower.