La gobernadora del Departamento Aury Guerrero Bowie pronunció un emotivo discurso durante las celebraciones patrias del 20 de Julio en San Andrés, en donde entregó un balance de las estadísticas de seguridad, el número de homicidios, los enfrentamientos entre bandas criminales y lo que será el próximo proceso electoral de octubre entrante.
La mandataria dijo que “ver a miles de ciudadanos que salen a sus puertas y ventanas a disfrutar del paso del colorido desfile, así como a tantas mamás, papás, hermanos y familiares que caminan al lado de sus hijos, contemplando cómo éstos han crecido y aprendido algo nuevo cada año, renueva la esperanza en el futuro del país, y nos afirma en la idea de seguir aportando diariamente en su construcción de manera democrática y pacífica.”
Estamos aquí hoy conmemorando este día tan especial, porque hace 205 años, un pueblo entero, conformado por indios, blancos, negros, criollos, plebeyos, ricos y pobres se levantó contra las injusticias y abusos de poder, dando el grito de emancipación del territorio, y origen a la primera constitución política que sentó las bases de la patria. Este grito que es el mismo que se escuchó en el episodio reciente del injusto “Fallo de la Haya” y que seguiremos repitiendo cuantas veces sea necesario para defender nuestros derechos ancestrales. Pero éste no es cualquier grito, es una proclama por la “libertad real” como la llamaría el Presidente Santos, es «la libertad de la pobreza, la libertad del atraso, la libertad de la injusticia, y también la libertad de la guerra».
Seguridad es otro de los propósitos y anhelos sentidos por nuestras comunidades. Nos duele el recrudecimiento de la violencia, cada caso deja como víctimas a una dos y tres familias. Y lo más grave, según estudios del profesor Mockus, es que este fenómeno que involucra a todos, para solucionarlo, requiere una mirada integral, pues también está relacionado con variables como la connivencia de la sociedad con temas como narcotráfico, la pérdida de valores, la falta de una cultura ciudadana, el resquebrajamiento de las familias, la falta de oportunidades, y como decía Martin Luther King, “la indiferencia de la gente buena”.
Si bien, los homicidios están de cuarto en el ranking de las principales causas de muerte, después de las enfermedades del corazón, enfermedades cerebrovasculares y enfermedades crónicas de las vías respiratorias, si representan una preocupación permanente para los Gobiernos y autoridades.
Vale la pena recordar que veníamos de unos años de recrudecimiento del tema en el 2010 y 2011, donde la tasa llegó a estar cercana a los 32 homicidios por cada 100 mil habitantes. En el 2012 y 2013, gracias a las medidas adoptadas integralmente entre gobiernos y autoridades, la tasa bajó a 22 casos.
Desafortunadamente, los enfrentamientos entre bandas dedicadas al narcotráfico recrudecieron y en el 2014 y la tasa volvió a subir a 29 casos, muy cercano al promedio nacional. Las acciones de los organismos de seguridad se han reforzado, así como los programas de prevención, dirigidos especialmente a jóvenes y familias. Sin embargo el tema sigue siendo complejo, por la cantidad de variables económicas, sociales y culturales involucradas. Además del tema estrictamente de autoridades y organismos de seguridad, también se está trabajando integralmente, desde programas de orientación dirigidos a las familias, así como desde una perspectiva de la cultura ciudadana, con la ayuda de expertos como Corpovisionarios que orienta el profesor Mockus.
Sin duda hablar de seguridad verdadera y duradera para nuestras Islas, además de las medidas policivas, normativas, judiciales y de control que se vienen implementando, pasa también por un gran acuerdo social, donde todos los actores nos sintamos parte del problema y pongamos nuestro granito de arena para ayudar a resolverlo.
Estamos cerca de un debate electoral, allí se elegirán, de forma democrática, las propuestas que han de orientar el desarrollo local y regional de nuestras comunidades, pero los invito a pensar que allí también estará en juego el futuro de Colombia, que necesariamente pasa por la paz real y la convivencia pacífica en las regiones. ¡Que viva la paz de Colombia!