Según las cifras preliminares, el mayor temblor tuvo una magnitud de 5,2, al norte de Grindavik.
Además se ha observado una acumulación de magma bajo tierra a una profundidad de unos cinco kilómetros.
Islandia, que se encuentra sobre un punto caliente volcánico en el Atlántico Norte, suele tener erupciones cada cuatro o cinco años. La más llamativa de los últimos tiempos fue la erupción del volcán Eyjafjallajokull en 2010, que cerró parte del espacio aéreo en Europa.
Se plantea evacuar Grindavik. Expertos creen que haya opción de apertura de fisuras eruptivas cerca o en Grindavik, existiendo la posibilidad de que haya más magma que en erupciones pasadas de Fagradalsfjall.