Este es el entramado y las nuevas pruebas que tienen contra las cuerdas al expresidente por la entrada de dineros sucios de la multinacional a sus campañas
Se cierra el cerco sobre Juan Manuel Santos y los dineros sucios de la multinacional de los sobornos que entraron a sus campañas en 2010 y 2014. Estados Unidos y la Fiscalía colombiana tienen las pruebas. SEMANA revela la ruta de la plata y sus protagonistas.
Esta semana, por primera vez desde que dejó la Casa de Nariño, el expresidente Juan Manuel Santos empezó a sentir pasos de animal grande en su contra por la entrada de dineros sucios de Odebrecht a sus campañas de 2010 y 2014. La Fiscalía concluyó formalmente que está probado que la multinacional de los sobornos aportó 3.540 millones de pesos para elegir a Santos en esas dos oportunidades y que el monto más grande fue para la reelección.
SEMANA revela todo el entramado, las pruebas, la ruta del dinero y la identidad de los protagonistas de este escándalo que compromete directamente al expresidente Santos.
En los documentos queda claro que la plata de Odebrecht sí entró a la campaña de la reelección, en 2014.
Una alta fuente, que conoce de cerca los detalles de esa negociación, le aseguró a este medio que Juan Manuel Santos es, de hecho, el llamado “colombian official 3″ que aparece mencionado en uno de los documentos del acuerdo. Allí se señala que “aproximadamente en mayo de 2014, el ejecutivo de Corficolombiana (José Elías Melo) solicitó que el ejecutivo de Odebrecht 2 (Eleuberto Martorelli) asistiera a reunión con el colombian official 3 (…)”.
En la reunión, el ejecutivo de Odebrecht 2 (Martorelli) acordó con el “colombian official 3″ el pago de sobornos para su beneficio. Según el documento, el interés de Martorelli estaba circunscrito a la extensión del contrato Ocaña-Gamarra con el Gobierno Santos.
En las otras visitas, Martorelli se reunió, entre otros, con María Isabel Nieto, mano derecha de Santos, y la ministra de Transporte de la época, Cecilia Álvarez, también imputada por el escándalo. Hoy está en manos de la Comisión de la Cámara si reabre el caso del expresidente Santos o no con este arsenal de evidencias que ya es imposible de tapar.
Con todo esto, es claro que el expresidente y nobel Juan Manuel Santos le debe la verdad a Colombia y al mundo. El escándalo le revienta justo cuando está dedicado a buscar la secretaría general de la ONU. El escueto mensaje que publicó esta semana en redes sociales no es suficiente ni convincente. Tal vez le está apostando a la estrategia de Ernesto Samper, quien salió adelante con la teoría de que el cartel de Cali lo llevó al poder a sus espaldas.