Horas interminables de espera tuvieron que pasar las madres de familia de los pequeños bebés quienes, muchos de ellos congestionados, padecían la angustia de no poder ser atendidos por la falta de pediatras disponibles.
Por: Daniel Newball H.
Una espera interminable, la angustia de ver a sus pequeños hijos enfermos pidiendo atención médica y la pérdida inevitable de tiempo productivo para atender a sus familias fueron los ingredientes de un coctel explosivo registrado el pasado martes en la sala de urgencias del Hospital Departamental Amor de Patria cuando decenas de madres llegaron al borde de la desesperación a la espera de atención médica por parte de los pediatras para sus hijos.
Desde las ocho de la mañana fueron citadas las madres quienes, llevadas al punto de la hora al hospital motivadas por el amor hacia sus hijos, llegaron a la sala de urgencias del centro asistencial hasta que fueron las cinco de la tarde y no fueron atendidas por los pediatras.
La ansiedad por la falta de atención y respuestas para sus peticiones llevaron a que las madres tuvieran que expresar por este conducto su malestar por la falta de atención que, todo parece indicar, no ha sido la primera vez que les ha pasado este episodio en la sala de urgencias.
“Estoy acá desde las ocho de la mañana con mi hija, la traigo por urgencias porque tiene un problema creo que en los ovarios y son las cinco de la tarde y apenas hace cinco minutos me atendieron.
“Le dijeron inicialmente que la iban a hacer ingresar por pediatría porque tiene menos de 14 años, algo que nunca pasó y tuvimos que quejarnos con administración por la situación presentada.
“Es la primera vez que me ha tocado estar esperando por 10 horas para que atiendan a mi hija que tiene un fuerte dolor en el abdomen, si no ponemos la queja estaríamos quien sabe cuánto tiempo más aquí en la sala de urgencias esperando por atención, lo cual nos parece completamente injusto”, dice Katherine Orozco, una madre que tomó la vocería por el resto de madres presentes.
Uno de los casos más críticos fue el de la señora Lina Mendoza, cuya bebé de apenas unos meses de nacida venía sufriendo por los bruscos cambios de clima dificultades respiratorias que generaron en su madre una angustia que llevaba horas.
“Mi hija estaba botando flema, tiene gripa y esta apretada. Estuve allá dentro y me dijeron que solo me podía atender un pediatra. Estoy acá desde las 10 de la mañana, son las cinco de la tarde y esta es la hora donde no la han atendido.
“Ahora es cuando la viene a atender un médico general y me parece una falta de respeto para con nosotros. No es la primera vez que me pasa porque cada vez que vengo, si uno no viene sangrando a uno no lo atienden.
“Mi bebé apenas tiene dos mesecitos y solo quisiera que lo atendieran. Estoy aquí desde las nueve y media de la mañana y esta es la hora que no lo atienden y mi hija esta que no para de llorar”, dice Dina Mendoza, otra madre desesperada.
Luego de varios testimonios recaudados, este semanario conversó con la Gerente de la IPS Universitaria, actual administradora del Hospital Departamental Amor de Patria, la Dra. Martha Lía Arbeláez e informó que la situación es compleja por la falta de pediatras que puedan llenar los vacíos dejados por profesionales ausentes por calamidad doméstica.
“Lo que tuvimos hoy no fue un evento constante sino fortuito ya que uno de nuestros pediatras tuvo que viajar por calamidad doméstica que tuvo en su lugar de origen. “Nos correspondió llenar ese vació con otro pediatra pero es muy complicado encontrar pediatras disponibles en la isla, algunos viajan hacia Providencia y otros están atendiendo desde sus consultorios.
“De hecho, se presenta una situación donde las madres van a urgencias pero exigen que a sus hijos los vea un pediatra, no un médico general, por lo que la situación se complica.
“Lo único que le pedimos a las madres es que tengan paciencia mientras podemos atender la emergencia pero la voluntad de atender a las madres por parte del centro asistencial siempre esta presente”, afirmó.
Por lo pronto, el departamento de Atención al Cliente estuvo al frente de la situación para calmar la situación de angustia de las madres desesperadas, sin embargo, y de acuerdo a las circunstancias actuales, existe la mera necesidad de atender el vertiginoso ritmo de pacientes que llegan al centro asistencial con personal calificado que puedan evitar traumatismos.